miércoles, 29 de julio de 2009

RESEÑA: Noventa


Editado en la Argentina por el sello S'Music, este es el último disco de Fernando Cabrera publicado hasta la fecha. Desde luego, se trata de una antología que reune su trabajo durante la década pasada. Graziano lo reseñó para La Pulseada.

FERNANDO CABRERA: Noventa
Discípulo de artistas elementales como Mateo y Darnauchans, Cabrera es un músico quintaesencial para comprender la naturaleza de la canción uruguaya. Sin embargo, con más de treinta años de carrera intachable y casi quince discos publicados, este recién es el tercero que se edita en la Argentina. Y se trata de una antología que reúne lo mejor de su trabajo durante la década pasada, uniendo canciones que integraron Fines (1993), Música para El Dirigible (1994), Río (1995) y Ciudad de la Plata (1998). Noventa es un testimonio ideal para observar como Cabrera fue alejándose progresivamente del pop-rock que frecuentó en sus comienzos, al frente de MonTRESvideo y Baldío, sus grupos seminales. El camino es hacia algo así como una composición camarística de caladura popular, que encuentra su cenit en esa torre de la canción que cierra el disco y se llama “La casa de al lado”. Como su obra, la pieza trabaja lentamente: pero va hacia el fondo. Fernando canta sus letras con un decir milonguero, de varón adusto, que entronca con el linaje de Zitarrosa. Su música, que recurre habitualmente a cierto carácter contrapuntístico (Cabrera llegó a ser copista de Piazzolla, nada es accidental), utiliza una paleta de colores muy amplia. Desde guitarras eléctricas pulsadas a dedo hasta fagotes, flautas y oboes, ejecutados por buena parte de los músicos más trascendentes de la escena en Montevideo. Ahora sólo resta que algún sello se anime y publique Viveza, su disco fundamental y aún inédito en el país. Acaso una de las obras más genuinas y acabadas que ha dado la música de esta parte del mundo en lo que va del siglo XXI.
Martín E. Graziano

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